viernes, 10 de junio de 2011

Uno mas periodistico....


A las calles!

Los indignados de la Plaza Catalunya comienzan a levantar el campamento. La charla-debate a cargo de Arcadi Oliveras, profesor de economía, se suspendió por la torrencial lluvia que comenzó a caer en el atardecer del martes sobre Barcelona. Una verdadera pena porque por la mañana Albert me había dicho que “era el que valía la pena escuchar”.
Albert pertenece al sindicato de los trabajadores telefónicos desde hace veinte años. Hace un par de meses el gremio contaba con 75 mil empleados; hoy se ha reducido a unos 20 mil y la cúpula del sindicato ya firmo el ERO que es el acuerdo con las patronales, a través del cual se negocian los despidos, y que generará unos 6 mil nuevos desempleados próximamente. Las patronales son principalmente Movistar y Vodafone y forman un oligopolio en el que cada empresa cuenta con una porción del negocio, de manera que, pase lo que pase, todas salen siempre ganando en la distribución de las ganancias.
Esta carpa es la única en la que hay un sindicato porque, en general, son comisiones que se juntan a discutir la manera en la que la crisis, y las decisiones políticas que han surgido a partir de ella, los ha afectado y cómo pueden afrontar los nuevos desafíos en cada rubro.
Albert cuenta que después de varios debates han considerado que el acampe en la plaza ya cumplió un ciclo y ahora tienen que encontrar nuevas formas de canalizar las propuestas. Es por eso que levantan todo y comienzan a militar en los barrios, para intentar crear una conciencia en la sociedad. Mientras me habla, un linyera pasa cerca e investiga un paquete de cigarrillos que está apoyado en una silla. Albert le dice que ya se encuentra vacío. Ese es otro motivo, para nada menor, por el que se van, ha crecido la delincuencia -que es escasa en estos lugares- en los alrededores, porque si bien la policía ya no puede entrar a la plaza –el último desalojo fue cuando el Barcelona ganó la final de la Champions para permitir los festejos-, la represalia es precisamente esa: permitir, e incluso incitar, a los lumpen de la ciudad a circular por los alrededores para generar mal ambiente en la plaza, un lugar de paso de casi todos los turistas que visitan la ciudad.
La prensa formal tampoco ayuda. Albert cuenta que se realizó un esfuerzo enorme para conseguir los 6 mil euros que cuesta comprar una página en los periódicos de distribución gratuita para publicitar lo que sucede, porque las principales empresas de multimedios periodísticos no tienen ninguna intención de informar al respecto. Pero esta compra de publicidad tampoco sirvió porque de inmediato las telefónicas pusieron más dinero sobre la mesa para evitarlo.
Los indignados cuentan además con una carpa de prensa, que entrega información general sobre eventos y demás actos e invitan a quienes se acercan a preguntar, a que ingresen en el blog acampadabcn.worldpress.com para obtener más información. El blog adapta la parte final de su nombre para el resto de las ciudades en las que se aglomeran para protestar en contra del modelo neoliberal que ha provocado la crisis, cuyo precio siempre terminan pagando los trabajadores
La lluvia sigue cayendo sobre Barcelona mientras los indignados siguen levantando el campamento. Una bandera grita que “ya no pueden detener la revolución que ha comenzado”. Mañana comenzará una nueva etapa de la protesta, mucho más dispersa, pero seguramente, y ojala, no menos efectiva.

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